Eduard Punset:Otro de tus temas es la creatividad. Has hecho una contribución muy importante en ese campo. ¿Qué es exactamente la creatividad, y con qué se relaciona? Dicen que todos tenemos un cerebro diferente, que no hay dos cerebros iguales... pero algunos son más creativos que otros. ¿Por dónde empezamos?
Mark Lythgoe:Bueno, la investigación que inicié se centró en un hombre muy interesante. Llegó a mí como consecuencia del trabajo que he estado haciendo con los artistas. Este hombre sufrió una apoplejía, ingresó en el hospital, en la UCI, y cuando despertó del coma en el que había estado sumido durante un par de días, le pidió a su mujer que le diera un bolígrafo y un papel. Se trata de un hombre que nunca antes había hecho nada artístico, ninguna escultura, ningún escrito: trabajaba en una obra. Pero le pidió un bolígrafo a su mujer y escribió una frase, y luego otra... ¡y la segunda frase rimaba con la primera! Escribió un poco más, ya tenía el verso de un poema... y empezó a escribir poesía sin parar: páginas y páginas de poesía. Cuando salió del hospital, le pidió a su mujer rotuladores y lápices de colores, y empezó a pintar murales increíbles, para cubrir sus paredes, en el comedor, el salón, la cocina... a media noche, se levantaba, cortaba la madera de una mesa para hacer una escultura... y estoy hablando de una persona que jamás había sido un artista.
Habló conmigo de ello, lo describía como burbujas que afloran a la superficie, burbujas a punto de estallar de creatividad. Sentía un impulso que nunca antes había sentido. Y que se manifestó a través del arte.
Eduard Punset: Así que en este caso estaba vinculado con una patología…
Mark Lythgoe: ¡Con una parte del cerebro!
Eduard Punset: Una parte del cerebro.
Mark Lythgoe: Sí, una parte del cerebro que, tras la apoplejía, había muerto. ¡Y se volvió más creativo! Y no solamente un poco, sino profundamente creativo. Lo que creo que pasó es que tenemos dos circuitos en el cerebro: el excitador y el inhibidor, que intenta reprimirlo. Y me parece que las partes del cerebro que guían el proceso inhibidor se bloquearon, y afloró esa parte, como él decía…
Eduard Punset:
Tras la hemorragia...
Mark Lythgoe: Tras la apoplejía. Y afloró esa parte a la superficie, perdió la inhibición. Por eso empezamos a estudiar la idea de la pérdida de inhibiciones, si eso podía hacer que alguien fuera más creativo. Y es una idea fantástica... mientras me escuchas, ahora, o si estás en un tren o un avión leyendo un libro, consigues concentrarte en lo que tienes delante, e ignoras todas las conversaciones que tienen lugar a tu alrededor. Harás caso omiso decualquier otro sonido a tu alrededor, porque estamos conversando, o porque estás leyendo tu libro. De esa manera filtras todos los estímulos irrelevantes.
Eduard Punset: Y para eso, tenemos algo especial…
Mark Lythgoe: Tenemos una parte especial del cerebro que nos permite centrarnos. Ese paciente había perdido la capacidad de centrarse en algo. ¡Lo que tenía era toda la información procedente del mundo a su alrededor! ¡Y algo tenía que hacer con eso! Debía crear algo artístico para ser capaz de sentirse entero... En mi opinión, las personas que son capaces de absorber todo lo que llega del exterior, de dejar entrar los estímulos irrelevantes a su mundo, son las personas más creativas, porque pueden recurrir a muchas ideas distintas del mundo que las rodea, a diferencia de ti y de mí, que quizá debamos ir a una galería de arte o ver una película para obtener más ideas. ¡Esta gente tiene un bombardeo de ideas procedente de todas partes!
Eduard Punset: Los científicos también han estudiado el cerebro de Einstein, por ejemplo. Y han descubierto que en el lóbulo izquierdo había algunas anomalías estructurales, como quiera que se llamen... vamos, ¿se ha estudiado el tema y se han realizado experimentos que permitan afirmar de un modo científico que hay estructuras en el cerebro que hacen que una persona sea más creativa que el resto?
Mark Lythgoe: ¡Vaya, qué buena pregunta! ..…fue un momento tan increíble cuando finalmente llegué a ver el cerebro de Einstein, que por supuesto no se conserva en una sola pieza, sino en varias. Y realmente llegué a sostener el cerebro de Einstein en las manos: fue un día, muy, muy especial para mí. Es decir, ¡allá estaba el cerebro que había cambiado totalmente el mundo moderno! Eso era… y como alguien interesado en la neurociencia, cuando tienes un cerebro que es tan valioso, ¡te preguntas si ésa es la clave para comprender la creatividad y los genios!
Y tienes razón: hay ciertas cosas sobre el cerebro de Einstein que lo hacen especial. Lo que no sabemos es si esas características especiales convirtieron realmente a Einstein en el genio creativo que consideramos que fue hoy en día.
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