El pintor Miquel Barceló y el cineasta Isaki Lacuesta | Efe
"Lo normal hubiera sido la indiferencia", ha subrayado el artista en el transcurso de un coloquio celebrado en Palma en el que ha compartido escenario con el propio Lacuesta y con los realizadores Agustí Torres y Luis Ortas, quienes como el catalán han filmado documentales sobre el trabajo del creador mallorquín.
Barceló ha subrayado su extrañeza ante la agresividad de algunas opiniones contrarias a "Los pasos dobles", particularmente después de que la película obtuviera el máximo galardón en el festival donostiarra.
Lacuesta ha comparado la reacción con la de una persona que se encontrara con "un finlandés" y le agrediera porque no le entiende cuando le habla.
El pintor de Felanitx ha sido el protagonista de un coloquio organizado en el CaixaFórum de la capital balear por la Mallorca Film Commission, cuyo director, Pedro Barbadillo, ha bromeado sobre el ciclo de tres documentales que convierten a Barceló en una suerte de "género" cinematográfico en sí mismo.
Las tres películas que se exhibirán en días consecutivos ("Cuaderno de barro", de Lacuesta, "El mar de Barceló", de Torres, y "Mar de barro", de Ortas) muestran al artista en pleno proceso creativo (la representación de "Pasodoble" en Malí, la creación de la cúpula de la ONU en Ginebra y la elaboración de la capilla de la catedral de Palma).
En este sentido, el mallorquín ha apuntado que "el proceso es parte de la obra" y él ha ido acentuando en su carrera el uso de los materiales y los temas que tiene más a mano, aunque ha confesado que "lo peor de todo" es pensar que el trabajo artístico "no tiene sentido", algo que, por lo que ha dicho, le pasa a menudo.
Barceló ha contado anécdotas sobre los trabajos recogidos en las películas de Lacuesta, Ortas y Torres, como los múltiples cambios que sufrió el proyecto de la sala XX del Palacio de la ONU en Ginebra, cuyo techo pensaba pintar en un principio en una "performance" masiva con música y danza y que finalmente derivó en un proceso de enorme dificultad técnica plagado de complicaciones.
De hecho, el creador de Felanitx ha reflexionado sobre la idea del fracaso al hilo de ese recuerdo: "El fracaso es un derecho artístico como el suicidio es un derecho humano".
También ha aludido a las connotaciones sexuales del trabajo con barro, una de las constantes de su obra, puesto que este material, "el más primigenio", "es carnal y tiene memoria, como la piel", ha argumentado.
A preguntas del público, ha reconocido que tiene "una relación muy difícil con Mallorca", donde vive parte del año, porque considera "horroroso" el impacto sobre el paisaje de las "putas rotondas y autopistas"que abundan en la isla.
Fuente recogida del Mundo. Efe | Palma
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