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21/6/11

Antonio López según Antonio López

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El próximo 28 de junio, el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid presentará en sus salas de exposiciones temporales una completa representación de la obra de Antonio López (Tomelloso, 1936). Es la mirada del propio Antonio López sobre su obra, reciente y antigua, la que articula esta muestra. El artista, que ha dirigido la selección y el montaje junto a los comisarios, se presenta ante el público en una gran muestra de carácter casi autobiográfico.
Las piezas de los últimos 20 años y las que llegan directamente de su estudio, casi la mitad de las 140 obras exhibidas, van dando paso a la producción más lejana en el tiempo, hasta los años cincuenta. No hay un orden cronológico, el recorrido va hacia adelante y hacia atrás en la obra de López quien, como queda patente, está activo y trabajando, lo que se refleja en las salas, donde conviven de manera equilibrada la pintura, el dibujo y la escultura, los tres géneros que ha cultivado a lo largo de su carrera. 
De Tomelloso a la Gran Vía
Las vistas de Madrid, incluidas las más recientes de la Gran Vía, están aquí reunidas junto a cuadros de su Tomelloso natal, a pinturas y dibujos de frutales o a sus retratos de parejas y sus interiores. Están los temas recurrentes en su universo y sus influencias y su conexión con la tradición, de la que se considera heredero hasta la obsesión. Y está su sentido de la figura humana, tan presente en las esculturas y en los dibujos.
Considerado como el gran representante del realismo y la figuración española contemporánea, la obra de Antonio López es demasiado personal para ser fácilmente clasificada. Defensor de la libertad como fuente máxima de la creatividad y de los sentimientos como materia básica del proceso creativo y de comunicación con los demás, el maestro manchego busca entre la realidad que le rodea aquellos aspectos cotidianos susceptibles de ser retratados en su obra, y lo hace con una elaboración lenta y meditada; rehace, retoca y corrige a veces durante años, buscando captar la esencia del objeto o paisaje representado.
Obras inéditas
Muchas de las obras que se reunirán en esta exposición proceden de colecciones particulares, en su mayor parte españolas y, entre ellas, la del propio artista con un buen número de obras inéditas, algunas en proceso de trabajo; pero también hay préstamos destacados de museos como el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Bellas Artes de Bilbao, el Centre Georges Pompidou de París, el Hamburger Kunsthalle de Hamburgo o el Museum of Fine Arts de Boston, entre otros.
Antonio_Lopez_taza_de_water_y_ventana_1968-1971El recorrido de la muestra comienza en las salas de exposición de la planta baja del museo, con un espacio que quiere sintetizar su obra y mostrar la visión que el artista tiene de sí mismo y, más concretamente, como heredero de la tradición. Es un paseo por los tres grandes núcleos de su producción y sus obras maestras de los últimos 20 años.
Todas sus vistas de Madrid
Están prácticamente todas sus famosas vistas de la ciudad de Madrid y de una de sus principales avenidas, la Gran Vía, incluida la serie en la que se encuentra aún trabajando. Hay también una completa selección de dibujos y pinturas en torno a otro de sus grandes motivos: el árbol y su huerto particular. Y, en tercer lugar, la representación de la figura humana, tan importante en su producción tanto en escultura como en dibujo y heredera de la proporción del mundo clásico.
La exposición continúa en las salas del primer sótano del museo con un recorrido tanto temático como cronológico desde sus inicios en Tomelloso, con figuras individuales o en pareja, paisajes e interiores, hasta obras que llegan directamente del estudio para mostrarse al público por primera vez.

 La muestra se completa con la proyección en una de las salas de dos documentales elaborados específicamente para la ocasión con imágenes del trabajo del artista en este último año, tanto en su estudio como en exteriores, así como diversas entrevistas a personas próximas a él.
Un membrillo en el patio
Además, todos los sábados del mes de julio podrá verse en el salón de actos del Museo Thyssen la película El sol del membrillo, en la que, a través de la contemplación de Antonio López pintando un membrillo en el patio de su casa, el cineasta Víctor Erice explora el proceso de creación de una obra de arte, planteado no como un documental sino más bien como un diario que pone en relación cine y pintura como instrumentos para capturar la realidad.
Tras su presentación en Madrid la exposición podrá verse, en una versión algo más reducida, en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, del 10 de octubre de 2010 al 22 de enero de 2011.

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